Borja

 Saludad a Borja.

Bueno, mejor no le saludéis porque no se lo merece.

Borja, un tipo joven, con toda una vida por delante plagada de facilidades.

Este tipo, desde bien pequeño lo ha tenido todo fácil. 

Su padre Gabriel formaba parte de una de las familias más adineradas de la zona;

las necesidades estaban más que cubiertas así que a Borja y sus 3 hermanas nunca les faltó de nada.

Acostumbrado a que siempre que necesitaba algo Papá se lo pagaba, Borja nunca luchó por nada.

Cuando le trajeron un avión teledirigido con 4 años y lo estampó contra un árbol en la finca familiar, 

no pasó nada, ni siquiera se intentó arreglar. Se tiró a la basura y para que no llorara se le compró otro juguete (igual o más caro).

Así Borja pasó la infancia, viviendo entre algodones.

En la juventud fue algo parecido pero con temas más serios.

El muy desgraciado se juntó con gente de su calaña, gente que no saben que es valorar las cosas y por supuesto 

nunca respetaron las dificultades de los demás tomándoselo a broma. 

Borja y sus amigos acostumbraban a salir de fiesta los fines de semana molestando a los pobres que duermen en los cajeros automáticos, 

riéndose de las prostitutas que buscan clientes para poder pagar la deuda que tienen con quienes las trajeron a Europa, insultando con el coche en marcha

a cualquiera que fuera diferente y no estuviera a su altura.

Al principio "solo" era eso, hasta que un día quisieron ir a más y le pegaron fuego a un mendigo con el zippo que le regaló su Papá Gabriel 

cuando Borja cumplió 18 años, un grupo de chavales rockeros vieron el percal y pudieron mediar, unos apagaron las llamas del pobre sin techo

salvándole la vida y otros fueron a por Borja y sus amigos, que por cierto recibieron la tunda de su vida.

Las cámaras de seguridad grabaron y pudieron identificar a Borja , pero no a sus "amigos" , evidentemente nunca dieron la cara 

y quien tuvo que afrontar todo fue Borja.

Gabriel, contrató al mejor abogado de la ciudad, pero no sirvió de nada, y ahora Borja cumple condena en la penitenciaria.

Sigue sin haber aprendido la lección y se pregunta porqué tiene que vivir esta situación.

Aunque cabe decir que su estancia en prisión no es muy agradable, no lo es para nadie, pero es que Borja no cae precisamente bien en ese entorno.