Este es Manolo.
Manolo, un gran pintor. Un tipo muy profesional, simpático, gracioso y que domina toda técnica en el noble arte de la decoración en las paredes.
Manolo, tiene un don increíble con la brocha, el rodillo y la pistola. En realidad tiene otro don y es el de convertirse en otro tipo después de la merienda.
Mientras a primera hora todo es profesionalidad y buen hacer pero entre la merienda y el almuerzo del mediodía Manolo se convierte en un ser deplorable.
En la merienda ya se bebe una birra, y tras fumarse un par de pitis empieza a olvidar sus obligaciones, y solo se le ocurren gamberradas con asuntos desagradales.
El pasado martes, FELISA, la señora del 3°F le había encargado pintar todo el comedor, Manolo tenía una importante resaca del día anterior y había olvidado comprar toda la pintura necesaria, después del carajillo de Cognac del mediodía y ya lanzado en su contienda alcohólica habitual se descojonaba el solo pensando en como arreglar el problema.
Si! El muy desgraciado en vez de ir a por más pintura decidió mear en el bote de pintura para que le cundiera más , y solo pensarlo se moría de la risa.
Felisa, lo pilló con las manos en la chorra y Manolo perdió su trabajo.
El hijo de Felisa es un famoso webmaster, experto en posicionamiento web y ha conseguido que salga en primera página de Google los hechos que aquí relatamos.
Correcto! Manolo ya no es pintor, es un pobre desgraciado que nadie quiere contratar sus servicios.
Si lo veis ayudarle, necesita terapia y seguramente un paquete de Ducados

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