Os presento a Lucas.
Le idolatraban, le iban bien las mates y también la geografía ; en casa no paraban de repetirle una y otra vez lo especial que era. Con el tiempo desarrolló un ego y una confianza en si mismo irreal pero que como funcionaba la mantenía, cultivaba y marginaba a quienes eran "inferiores" a él, más bien quienes no estaban a "su altura".
Pasaron los años y Lucas ya era un hombre hecho y derecho y la vida le empezó a poner pruebas, de las de verdad, esas que te ríes tu de las raíces cúbicas o de cual es la capital de Uzbekistán.
Lucas entró en pánico, ya no tenía a sus papis guachis y queridos que le repetían constantemente que especial y maravilloso era , así que Lucas se dejó llevar por su instinto de falso líder y la cagó.
Tomó unas cuantas decisiones malas en su vida. Decisiones que le llevaron a la ruina y ahora nadie quiere ayudarle aunque ponga esa cara de lástima.
Acabó en un semáforo pidiendo limosna y nadie le daba un céntimo.
Pobre Lucas!

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